A más de 40 años del envenenamiento de tres mujeres por parte de “Yiya” Murano, en las últimas horas, el hijo de la mujer anunció que subastará el juego de té con el que su madre cometió los crímenes. El hecho ocurrió en 1979 y fue catalogado como uno de los asesinatos más impactantes de la Ciudad de Buenos Aires.
En el Día del Amigo, la historia de Yiya Murano, la mujer que envenenó a sus amigasLo que subastará Martín Murano son las seis tazas y la tetera con las que “Yiya” dio de tomar el té a sus dos amigas y a una prima. El hombre contó que desde Estados Unidos ya le ofrecieron U$S5.000, pero rechazó porque le pareció una propuesta insuficiente.
El hijo de "Yiya" Murano contó los motivos de la subastaEn una entrevista con el canal C5N, Martín Murano contó: “Cuando yo me casé, hubo varias cosas que no me quise llevar del departamento, una de ellas fue este juego de té. Se lo regalé a la madre de una amiga mía que le gustaban mucho las antigüedades”.
“Esta señora falleció hace un tiempo y hace unos dos meses me llama la hija de la mujer y me dice que tenía algo mío. Me lo manda y cuando abro, veo el juego de té este. Cuando vi una sola tacita, lo volví a guardar, y dije ‘lo quiero tirar’”, sumó.
Lo que siguió fue aceptar una propuesta para darle otro fin a las emblemáticas nueve piezas que conforman el juego. “Un youtuber amigo mío me dijo que no tire y que hagamos de algo malo, algo bueno. Yo soy amante de los animales, todavía no puedo superar la muerte de mi perrita. Además, soy padrino de un refugio de animales. Entonces mi amigo me dijo que lo subastara para que con ese dinero compremos alimentos, medicinas, artículo de limpieza y todo lo que necesitan en el refugio”, explicó Murano.
Sobre el juego recordó: “Con una de estas tazas, de un juego que este estaba guardado en un modular y que no se usaba a diario, tomó el té la primera víctima. Cuando se descompuso Nilda Gamba, nuestra vecina, la que siempre preparaba el té, la comida y demás era Ignacia. Sin embargo, ese día, Yiya abrió el modular, tomó una de estas tacitas, preparó un té y se lo llevó a Nilda Gamba. Luego volvió con la taza, tengo fresco ese recuerdo, porque Yiya nunca hacía eso. Al otro día, Nilda Gamba murió”.
Al ser consultado sobre cuánto dinero quiere recaudar con la venta de los objetos, contó: “Tuvimos un ofrecimiento. Es de Estados Unidos, pero muy bajo. Fue de U$S5.000, pero es poco. Si los anteojos de [Ricardo] Barreda − el odontólogo múltiple femicida de La Plata − salieron U$S20.000. A esto, mínimo, le tenemos que sacar U$S10.000 a U$S12.000. De ahí para arriba. Porque hay gente que colecciona estas cosas. Este juego de té yo certifico que es el original de Yiya Murano”.
Recordando los crímenes que cometió su madre, Martín Murano también aseguró que casi es una víctima más de su madre: “Cuando yo tenía 10 años, Yiya compró una torta para llevar, supuestamente, a una cena y la dejó sobre la cocina. Yo de chico era gordito. Ella dejó abierta la torta, la desenvolvió. Yo me corté un pedazo. Yiya vio todo y cuando la fui a llevar a la boca me la sacó de la mano y la tiró por el incinerador. En ese momento, yo era muy chico, no me di cuenta por qué hizo eso. Años más tarde, deduciéndolo, me doy cuenta de que me había querido matar porque uno de los amantes de ella me lo confirmó”.
Ante la pregunta de por qué cree que su madre utilizaba el veneno como método para matar, aseguró: “Mira no es un comentario sexista y nunca lo podría hacer viniendo de mí, pero los psicólogos forenses hablan de que el veneno es el método preferido por las mujeres cuando asesinan porque no es cruento y no ves morir a la víctima porque vos se lo aplicas y te vas”.